Hicimos un viaje a Bilbao. Es una villa que nos gusta mucho por ser un lugar cosmopolita, moderno. Y, aunque preferimos las montañas o la mar, las playas; esporádicamente buscamos inspiración en las calles de ciudades como ésta.
Disfrutamos el paseo a orillas del Nervión; un carril ciclista va paralelo al de peatones. Ciclistas yendo y viniendo a lo largo de todo el recorrido, es extraordinario. Deusto , Guggenheim, el Grafitti del Puente de la Salve, la fachada del Teatro Campos Elíseos... Callejeamos por el casco antiguo. Música en la calle, Feria del Libro, Rastro.
Comimos de lujo a precio económico en
Como hacía más de un año que no íbamos a Bilbao, descubrimos un Supermarket de los nuestros: ECORGANIC. Allí tienen semillas ecológicas para brotes KIMUAK
Traje de trébol rojo y brócoli.
Las germiné así:
Activé las semillas en agua filtrada durante toda una noche. Unas diez horas. Tres partes de agua por una de semillas.
Por la mañana: las escurrí con un colador, las enjuagué y las introduje de nuevo en el frasco sin agua.
Las bocas de los frascos los cubrí con tela blanca "manta de cielo". Se ajusta, la manta de cielo, con una goma elástica, procurando que la tela quede tensa. Hará de tapa, permitiendo a las semillas respirar en su proceso de germinación.
Cada especie de semilla tiene un período diferente de germinación; también dependerá de la temperatura y luz que reciba.
Es un proceso hermoso cómo la vida de la planta brota y se despliega.
Lo adecuado es enjuagar y escurrir dos veces al día. Al tercer día aproximadamente hay que inducir a la clorofila; así pues, expongo los frascos a luz directa del Sol.
Hay que ir retirando las cáscaras que se desprenden.
Se conservan bien dentro de una bolsa en el frigorífico, alrededor de una semana,
"Eres tan joven como tu sangre lo es"
Ann Wigmore
Los brotes son alimentos vivos. Son una explosión de vitaminas y minerales. Son ricos en enzimas, en calcio, en clorofila...
En una sangre saludable se dan las condiciones para que nuestras células obtengan todos los nutrientes y oxígeno que necesitan para realizar sus funciones y rutas, sin desviarse del camino correcto.
Los alimentos que crecen en la naturaleza, aquellos libres de pesticidas, químicos y no transgénicos; son los únicos que realmente alimentan y aportan la energía que necesitamos.
Cuidar el metagenoma es nuestra responsabilidad; para ello, llevar una alimentación lo más natural posible; mantener buenos hábitos como son: practicar deporte, meditación, descanso, lectura, aficiones artísticas y relaciones sociales basadas en el respeto hacia las demás personas, etc ; nos mantiene en buen estado de salud, al menos eso es lo que creo, lo que vivo.
Añado brotes siempre a ensaladas, batidos y zumos. Es una manera sencilla de mantener oxigenada la sangre.
Mens sana in corpore sano
Sátiras de Juvenal